Ruta por Polonia: de Varsovia a Cracovia

En este post te traigo una ruta de 8 días visitando las dos ciudades principales de Polonia: Varsovia (Warszawa) y Cracovia (Kraków).

Polonia es un país que aúna tradición con modernidad, pasado con presente. Además, se adapta a todos los presupuestos, con lo que se está convirtiendo en un gran destino. Si aún no estás convencido, aquí tienes un post completo sobre cómo planificar tus vacaciones en este país. ¡Dale una oportunidad! No te defraudará😉

Día 1: llegada a Varsovia y primera toma de contacto con la capital de Polonia. 

Destina este primer día (o lo que te quede de él, según el horario de tu vuelo) a pasear por el Stare Miasto, el casco viejo de la ciudad. Te recomiendo: 

  • Recorrer La Barbacana, un bastión defensivo que formó parte de las murallas de la ciudad y que, actualmente, sirve como nexo entre el barrio viejo y el nuevo, el Stare Miasto y el Nowe Miasto.
La Barbacana, Varsovia.
  • Deambular por sus calles y plazas, muy cuidadas. Todo el centro es muy compacto y tiene el mismo estilo arquitectónico, no hay nada que desentone. El punto de referencia en el casco viejo es la Plaza del Mercado.
Plaza del Mercado, Varsovia.
Plaza del Mercado, Varsovia.
Calles del Stare Miastro, Varsovia.
  • Admirar la Plaza Zamkowy, donde se encuentra el Castillo Real, la residencia oficial del rey polaco hasta 1795.
Plaza Zamkowy, Varsovia.

Dato histórico:
gran parte de esta zona quedó destruida en la II GM. La mayoría de edificios del Stare Miasto son reconstrucciones que se hicieron basándose en la obra del pintor Beloto, sobrino del gran Canaleto.

Día 2: día completo en Varsovia.

Destina el segundo día a hacer la que se conoce como Ruta Real, un paseo histórico por las calles más señoriales de Varsovia, con palacios e iglesias que datan del siglo XVII y XVIII. El recorrido parte de la Plaza Zamkowy y continúa por la calle Krakowskie Przedmiescie, una avenida que atraviesa la ciudad. Te recomiendo:

  • Entrar en la iglesia de Santa Ana y la iglesia Carmelita, ambas de estilo neoclásico.
  • Observar el Palacio Presidencial, sede oficial donde reside el presidente del país.
  • Contemplar el Palacio Uruskich.
  • Entrar en la Universidad de Varsovia.
  • Observar la iglesia de la Santa Cruz, de estilo barroco.
  • Contemplar la plaza donde se encuentra el Palacio Staszic y la estatua de una de las figuras más notables del país, Nicolás Copérnico.
Krakowskie Przedmiescie, Varsovia.
Krakowskie Przedmiescie, Varsovia.

Desde este punto de la Ruta Real, toma un autobús hasta el Palacio de Wilánow, de estilo barroco y conocido como el Versailles polaco. Aunque, a mi juicio, no tiene la suntuosidad de Versailles (la verdad siempre por delante), no dejes de dar un paseo por sus cuidados jardines. Para llegar hasta aquí puedes tomar el autobús número 116 o 180, ambos te dejan al lado.

Palacio de Wilánow, Varsovia.

Una vez des por acabada tu visita al Palacio de Wilánow, toma un bus (número 116 o 180) que te lleve al Parque Lazienki, el gran pulmón verde de la ciudad. Lo más bonito es el Palacio Lazienki, conocido como 'El Palacio en el Agua' por estar ubicado en medio de un lago. Durante los meses de verano el parque acoge recitales de piano de Chopin, otro varsoviano ilustre.

Parque Lazienki, Varsovia.
Parque Lazienki, Varsovia.

Día 3: día completo en Varsovia.

Empieza el día dando una vuelta por lo que queda del antiguo Barrio Judío, aunque, realmente, los vestigios son mínimos. En tu paseo por la zona, entra en la Sinagoga Nozykque se construyó para los judíos ortodoxos de la ciudad a finales del siglo XIX. Este es uno de los pocos lugares que no quedó destruido por los bombardeos que asolaron la ciudad en la II GM. Ten en cuenta que la sinagoga cierra los sábados al ser día festivo para la comunidad hebrea. 

Antiguo Barrio Judío, Varsovia.

Aunque del barrio judío no quede casi nada, por esta zona sí que se pueden observar reminiscencias de otro episodio de la historia de este país, la época comunista. Bastantes calles mantienen el típico diseño comunista: avenidas anchas y grandes edificios anodinos. 

Antiguo Barrio Judío, Varsovia.

Luego, acércate al mercado Hala Gwardii, con puestos de comida y paraditas con productos de la zona.

A continuación, pasea por los Jardines Sajones, un punto de parada en tu recorrido.

Jardines Sajones, Varsovia.

Ya con las pilas recargadas, llégate al pequeño museo del Fotoplastikon, donde se expone este curioso aparato, popular a finales del siglo XIX y principios del XX. El fotoplastikon permite ver fotografías históricas de la ciudad en 3 dimensiones. ¡Visita recomendada! Horario: de 10 a 18h (cierra los martes). Para más información, consulta su página web.

Museo del Fotoplastikon, Varsovia.
Museo del Fotoplastikon, Varsovia.

Luego, acércate al Palacio de Cultura, el edificio más alto de la ciudad. Fue construido por orden de Stalin como reivindicación de la fuerza y el poder del régimen comunista. Aunque al caer el muro muchos polacos querían derribarlo, al final se conservó. La verdad es que es imponente. Recomiendo subir a su observatorio para tener vistas 360º de la ciudad. 

Palacio de Cultura, Varsovia.
Palacio de Cultura, Varsovia.

Día 4: viaje en tren de Varsovia a Cracovia y primera toma de contacto con esta bonita y coqueta ciudad polaca.

Toma un tren desde la Estación Central de Varsovia, ubicada al lado del Palacio de Cultura. El trayecto hasta Cracovia es de 3 horas y 30 minutos. 

Una vez en Cracovia, y después de haberse instalado en el alojamiento, toca emprender el primer recorrido por la ciudad. Y qué mejor que hacerlo descubriendo su Stare Miasto. Te recomiendo:

  • Perderse por sus calles, sin rumbo fijo. Las arterias principales del casco viejo son las calles Grodzka y Kanonicza.
Stare Miasto, Cracovia.
  • Entrar en el Collegium Maius para contemplar su patio interior. Aquí estudió ni más ni menos que Copérnico.
Collegium Maius, Cracovia.
  • Admirar la Plaza del Mercado, de enormes dimensiones. Esta plaza está dividida en dos por la Lonja de los Paños, un mercado cubierto de estilo renacentista que data del siglo XIII. En ella también destacan la pequeña iglesia de San Adalberto y la Basílica de Santa María, con dos torres.
Plaza del Mercado, Stare Miasto, Cracovia.
Plaza del Mercado, Stare Miasto, Cracovia.
  • Llegar hasta la Puerta de San Florián, que data del siglo XIV y que forma parte de las murallas de la ciudad.
  • Visitar las iglesias del casco viejo, como la de San Marcos el Evangelista, la de la Santísima Trinidad o la de Santa Ana. Polonia es un país muy religioso y siempre hay bastantes fieles asistiendo a misa (y no solo gente mayor).
Stare Miasto, Cracovia.

Día 5: día completo en Cracovia.

Visita la Colina de Wawel, lo que en el pasado fue la zona de intramuros. Aquí se encuentra el Palacio Real y la Catedral de Wawel. Desde esta zona también tendrás bonitas vistas de la ciudad y del Vístula, el río que atraviesa la ciudad y el país.

Colina de Wawel, Cracovia.
Colina de Wawwl, Cracovia.

Pasea por el Planty, el jardín que circunda el casco viejo. Este es un buen momento para hacer un alto en el camino y descansar un poco.

Visita el barrio de Kazimierz, también conocido como el Barrio Judío. En esta zona te recomiendo:

  • Pasear por la calle Szeroka, muy animada. Un pequeño tramo mantiene tiendas con escaparates típicos de antaño.
Kazimierz, Cracovia.
  • Cruzar la Plaza del Mercado, el punto central del barrio.
Plaza del Mercado, Kazimierz, Cracovia.
  • Entrar en la Sinagoga Remuh y su cementerio. Esta es la sinagoga más importante y conocida de la ciudad, aunque hay 7 más. 
Sinagoga Remuh, Kazimierz, Cracovia.
  • Conocer la Vieja Sinagoga, la más antigua de Polonia.
  • Perderse por sus calles, sin mapa en mano, para conocer más de la historia de este lugar.
Kazimierz, Cracovia.
Kazimierz, Cracovia.

Cruza el Vístula por el Puente del Padre Bernatek (que es peatonal) para hacer una incursión en el antiguo Gueto judío de Cracovia, una zona que mandó construir Hitler para recluir a la población judía. El conocido director de cine Roman Polanski vivió de niño en este gueto, acinado. Te recomiendo:

  • Llegar hasta su plaza central, la Plac Bohaterów Getta, con un monumento conmemorativo.
  • Visitar la Fábrica de Oskar Schindler, ahora reconvertida en museo. Es una visita muy didáctica, con reconstrucciones, declaraciones de víctimas y la historia del señor Oskar Schindler. Para más información, consulta su página web.
  • Contemplar el trozo de muro del gueto que aún se conserva en pie, en la calle Lwowska, 29. Para algunos no será más que un pedazo de hormigón, pero creo que hay que verlo para entender la magnitud de este periodo histórico. Es muy impactante pensar que un armatoste de estas características, de 3 metros de altura, mantenía recluida y sin libertad a la población judía. 

Día 6: excursión de medio día a Auschwitz y tarde en el barrio de Nowa Huta.

Para llegar hasta Auschwitz te recomiendo tomar un autobús en la Estación de Autobuses (Kraków MDA). El billete es muy económico y el trayecto dura 1h 30 min. La visita a este campo de exterminio que construyeron los nazis para aniquilar metódicamente a todos aquellos que no cumplían con sus pautas no es una visita agradable, para que engañarnos, pero sí necesaria. Solo se pueden hacer visitas guiadas (hay muchos idiomas disponibles).

Auschwitz era un complejo con 3 campos. Primero se visita Auschwitz 1 (donde estaban la mayoría de dependencias de las SS y donde vivía el jefe del campo) y después se visita Auschwitz Birkenau, otro campo a 3 km. En esta zona se ve por donde llegaba el tren cargado de gente, que dividían en dos grupos. Los ancianos, las mujeres y los niños iban directos a la cámara de gas y, en cambio, los hombres válidos para trabajar eran tratados como mano de obra. Aquí también se pueden observar las vallas que cercaban el recinto, las torres de guardia y las casetas donde vivían todos los rehenes, en condiciones infrahumanas. 

Campo de concentración de Auschwitz, Polonia.

En estos lugares es donde te das cuenta de las atrocidades que es capaz de llegar a hacer el ser humano.

Por la tarde, de nuevo en Cracovia, coge un tranvía hasta Nowa Hutaun barrio creado en 1949 por las autoridades comunistas siguiendo el modelo urbanístico y arquitectónico del realsocialismo. Querían construir un barrio obrero y controlarlo todo para que no hubiera disturbios ni manifestaciones o revueltas. Por eso, abrieron grandes avenidas que podían ser controladas desde la plaza central del barrio, actualmente la Plaza de Ronald Reagan (¡qué ironía!).

Nowa Huta, Cracovia.
Nowa Huta, Cracovia.

Después de dar un paseo por la zona, tómate algo en el Café Stylowa, que conserva esa esencia años 50. No es lo que era, pero es curioso el lugar, como estancado en el tiempo.

Café Stylowa, Nowa Huta, Cracovia.
Café Stylowa, Nowa Huta, Cracovia.

Día 7: excursión de medio día a la Abadía de Tyniec y tarde por Cracovia.

Visita la Abadía de Tyniec, una bonita abadía benedictina a orillas del Vístula. Para más información, consulta su página web. Una buena idea (nosotros no lo hicimos, pero creo que puede estar bien) es hacer el trayecto de ida o de vuelta por el Vístula, en alguno de sus cruceros. Otra forma de llegar desde Cracovia es tomar el autobús número 112 en la parada Rynek Debnicki (son 15 paradas hasta Tyniec). Desde allí, solo hay que caminar 10 minutos hasta la abadía.

Abadía de Tyniec, alrededores de Cracovia.

A la vuelta, pasea por la zona verde junto al Vístula, desde donde tendrás vistas muy bonitas de la Colina de Wawel y de la ciudad.

Paseo junto al Vístula, Cracovia.

Después, llégate al Museo Etnográfico de Cracovia, en el barrio de Kazimierz, concretamente en la Plac Wolnica, 1. No es un museo muy grande, pero te ayudará a hacerte una idea de cómo era la vida en Polonia en otras épocas. ¡Visita recomendada! Para informarte de horarios y precios, consulta su página web.

Museo Etnográfico de Cracovia, Kazimierz, Cracovia.

Al salir, visita la Iglesia del Corpus Cristi.

Día 8: último día en Cracovia y último día del viaje.

Este día lo dejo en blanco, para que tu lo llenes como más te apetezca. Todo dependerá de tus intereses y preferencias y, claro está, de la hora a la que salga tu vuelo. Visita alguna cosa que te haya quedado pendiente o, simplemente, disfruta de la ciudad, sin prisas ni mapa en mano. 

Dato de interés: en mi viaje visité las Minas de Sal de Wieliczka, pero no he añadido este lugar a la ruta de 8 días por Polonia porque, a mi juicio, no vale la pena. Yo, personalmente, no recomiendo visitarlas, están muy enfocadas al turismo. Tip viajero: si vives en Cataluña, y quieres conocer unas minas de sal, visita las de Cardona, el Parc Cultural de la Muntanya de Sal. ¡Este lugar sí que me gustó!

🏨 Alojamiento recomendado: 

  • En Cracovia: Well-Well Aparthotel Aparthotel moderno con habitaciones amplias y zona de cocina. Se encuentra en una zona residencial, a 1,5 km del centro. Ubicación: Rózana, 21.
Y hasta aquí el post con mi ruta por Polonia. Espero que te sirva y puedas disfrutar de este país tanto como yo.


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